[Eriol T. Harlaown] La Verdadera Historia del Halcón del Grand Prix

Hola a todos. En muchas ocasiones una serie de animación personifica a destacadas figuras de todos los ámbitos.

En esta ocasión, la historia que les traigo conjuga la nostalgia con las historias reales, en donde un personaje destaca por existir tanto en la vida real como en una serie, en este caso con la clásica y recordada serie de la década del setenta: “Arrow Emblem Grand Prix no Taka”, conocida en Latinoamérica como “El Halcón Grand Prix”.


 La Historia

La serie trata la historia de un joven de nombre Todori Tayaka (En Latinoamérica Tony Bronson) cuyo sueño en la vida es convertirse en piloto de Formula 1. Para ello participa como aficionado en diferentes competencias automovilísticas relacionadas con su pasión; tanto es su empeño que compite con un auto diseñado y construido por el mismo. De hecho en un principio Tayaka compite en pruebas de rally en la cual se destaca a pesar de no ganar ninguna carrera. Tras ello pasa a competir en pruebas automovilísticas de pista con el fin de escalar a la máxima categoría del automovilismo mundial. Pero ese sueño por correr en la Formula 1 se va a ver truncado por una mancha de aceite que le hace tener un accidente que lo deja hospitalizado. Más allá de sus heridas físicas, Tayaka pierde la motivación por continuar su sueño y cae en una depresión que lo hace pensar en retirarse del automovilismo.

En medio de este escenario un misterioso hombre aparece en escena en la serie, el cual se encuentra completamente enmascarado, como si tratara de ocultar las profundas heridas causadas por un accidente que casi le cuesta la vida. A partir de ese momento, esa persona anima a Tayaka a que vuelva a correr y alcanzar su máximo sueño.

¿Quién es ese extraño hombre enmascarado? Las fechas de estreno de la serie en Japón (Septiembre de 1977) coinciden con una serie de acontecimientos transcurridos en la vida de un hombre que en esos años había impactado al mundo tanto por su espíritu de superación como en demostrar que la pasión y el amor a lo que uno dedica con esfuerzo puede superar cualquier barrera.

El Hombre Enmascarado

En 1949 nacía en una acomodada familia de la ciudad de Salzburgo, Austria, un hombre que dio que hablar al mundo durante la década de los setenta al ser protagonista de una de las historias de superación mas notables nunca antes contadas.

Apasionado por el mundo de los automóviles, un joven Niki Lauda ingresaba en 1971 al mundo del automovilismo en parte gracias a la prosperidad económica que vivía su familia, lo que le permitió llegar a debutar en la máxima categoría del automovilismo, demostrando una gran inteligencia al volante. Su gran talento hizo que la afamada escudería Ferrari pusiera los ojos en él. De este modo en 1975 alcanzaría la cumbre al coronarse campeón del mundo de la Formula 1 esa temporada. En ese momento nadie presagiaba que las sombras de la tragedia asomarían en la vida de tan talentoso piloto.

En la temporada de 1976, mientras se corría el gran premio de Alemania, Niki Lauda sufría un grave accidente que casi le costó la vida de no ser por la acción de otro piloto quién le ayudó a salir de la bola de llamas en la cual quedó convertido su monoplaza. Tras el accidente el panorama médico era completamente sombrío: Graves y profundas quemaduras en el 50% de su cuerpo, desfiguramiento de piel en su cabeza, sensibilidad ocular, diversas fracturas e intoxicación por exceso de inhalación de vapores altamente peligrosos. Se sometió a tres transplantes de injertos de piel, los cuales terminaron en un completo fracaso. El piloto quedaría con secuelas permanentes en su cara. Todos en ese momento pensaron que era el final de la meteórica carrera del piloto austríaco.

Sin embargo, tras recibir el alta médica y a pesar de las graves heridas que tenía en su piel, inició el que sería para muchos un milagroso proceso de rehabilitación que lo llevó en solo 40 días de vuelta a las pistas. Sometiéndose a los tratamientos adecuados (principalmente en la vista) volvería en el gran premio de Monza en Italia a sentarse en su Ferrari. Al año siguiente (1977) “La Rata”, como era apodado en el mundo del automovilismo, volvería a consagrarse como campeón mundial de la disciplina, cosa que repetiría en 1984, año en que consumaría su retiro.

Niki y Tony: Historias Paralelas de Sueños y Superación.

No es casualidad que la época en que se desarrolló la serie animada por parte de Toei Animation coincide con los hechos suscitados en ese momento en el campeonato mundial de la Formula 1 de ese entonces. Si de algo se asemejaron Niki y Tony fue en el afán de superación personal. No por algo el mismísimo campeón del mundo visita a Tony y lo alienta a continuar en esta díficil carrera.

El autor de la obra, Kogo Himiko, podría haber empleado a cualquier piloto destacado de la época como referente a esta obra (Emerson Fitipaldi, Mario Andretti, James Hunt). Sin embargo, el paralelo existente en Lauda y Tayaka hace pensar que esta obra es un autentica demostración del mensaje que muchas series animadas tenían implícito en sus temáticas. Aquellos que han visto Saint Seiya, puede darse cuenta del espíritu de superación de su protagonista que lo ha llevado a ganar batallas imposibles.

Pero volviendo al tema, los paralelos entre ambos pilotos son evidentes: Un accidente se transforma en el punto de inflexión para que la pasión de ambos en torno al automovilismo floreciera en su máxima expresión. Sin embargo los destinos de ambos terminarían siendo dispares: por más empeño que Tayaka ponía en cada carrera no la terminaba ganando. De hecho en mi recuerdo tengo mi memoria un episodio en donde el protagonista ante la imposibilidad de llegar a tiempo a una carrera que tenía pactada y usando todos sus recursos, utiliza su bólido en plena carretera para alcanzar llegar a la pista a tiempo. Al final no lo consigue, pero su esfuerzo refleja que tan decidido está en lograr llegar a la meta en la siguiente carrera

Más allá de las similitudes y diferencias existentes entre ambos pilotos, esta serie nos deja una gran lección: "No importa que tan lejano sean tus sueños, mientras no renuncies, los alcanzarás". Una lección que hemos visto en una infinidad de series animadas principalmente enfocada en los deportes, y un reflejo fue la conocida serie Capitán Tsubasa (Los Supercampeones). Tal vez cada uno haya tenido algún referente deportivo de algunas de estas series animadas, tal es el caso del actual delantero chileno Alexis Sánchez, seguidor en su infancia de los partidos jugados por Oliver Atom. La tónica del éxito que reflejan este tipo de series animadas se basa en algo hoy sumamente olvidado por nuestra sociedad: El alcanzar las metas a través del espíritu de superación y no a punta de codazos o haciendo zancadillas al otro. De esto último nuestra televisión en las tardes, principalmente en los bloques juveniles ha sembrado una cultura antivalórica basada en guerra de egos, la descalificación y el arribismo. De esto último pregúntense que tipo de programas podrían incluir en esa lista.

Mientras sigan existiendo este tipo de animaciones aún quedan ciertos atisbos de esperanza. Quizás hoy se cuentan con los dedos, pero el hecho que sean escasas las hacen más valiosas. En más de alguna parte del mundo (o en este sitio) existe algún Tony Bronson que busque cumplir sus sueños, con o sin un referente que le sirva de ejemplo.

Con esto, el cliché de “Todo tiempo pasado fue mejor” cobra cada vez más vigencia. Cierro mi columna con el ending de la serie referida en esta columna. Nos vemos en otra ocasión.