[Eriol T. Harlaown] Gokú: Icono de la cultura pop
Por
Roque A. Espinoza Bravo
el
29.4.13
Hola a todos. La columna de este
mes viene a tono con la euforia que se ha vivido en torno a una de las
franquicias mas conocidas del mundo del anime. Nos referimos a Dragon Ball Z.
Esta sensación de ansiedad ha
sido provocada por el estreno de la nueva película de esta franquicia conocida
como “Dragon Ball Z: Battle of Gods”,
la cual ha copado las noticias tanto de esta web como de otros medios asociados
tanto al fandom mismo de Dragon Ball
como incluso de medios periodísticos. Sin embargo, nuestro enfoque se
profundizará en el protagonista de esta historia, un guerrero saiyajin criado
en la tierra y que ha protagonizado peleas que se han transformado en leyenda.
Nos referimos a Gokú.
¿Qué elementos han permitido
convertir a este personaje en una especie de ícono identificatorio de un
segmento de los fans del anime? Hoy este personaje se ha convertido en algo tan
trascendente e incluso en un símbolo contra algunas otras tendencias que se han
suscitado principalmente en las redes sociales. También se ha convertido en una
especie de ícono para algunos que no son fans de la animación. En pocas
palabras, Goku se ha convertido en el logotipo del fandom de los seguidores de
la animación japonesa.
Mas allá de la animación:
No hay que detallar muy a fondo
el gran impacto que tuvo la serie en los canales de televisión en los que fue
emitido. Por lo menos en mi país, han pasado más de 16 años desde el estreno de
Dragon Ball por MEGA y 15 años desde la primera exhibición de “Dragon Ball Z” y
la serie se sigue recordando con mucho afecto no solo por los seguidores de la
animación japonesa, sino también por personas que a pesar de no seguir el
genero, les ha marcado una parte importante de su infancia. Podemos verlo en
las calles, videos, parodias, menciones, chistes, proyectos bizarros, etc. Gokú
puede estar presente incluso en memes ironizando acerca de las mil y una
situaciones raras y cómicas no detalladas explícitamente en la serie.
Sin duda esto también se ha
arrastrado a la terminología usada en la serie de televisión por parte de
situaciones experimentadas por personajes secundarios de la serie. Aquellas que
hablan chistosamente de un Yamcha débil y perdedor, un Krillin que muere una y
mil veces, un Vegeta que de príncipe orgulloso pasa a ser un marido sometido,
etc. Todo esto es efecto de una popularidad que se ha mantenido 15 años después
de haber pasado en la pantalla chica y que sigue cobrando vigencia a pesar del
frustrante paso de Dragon Ball Z Kai por Cartoon
Network, con la complicidad de la
Toei de Lucio.
Esta popularidad se ha traspasado
incluso a personalidades famosas, principalmente del mundo del deporte. El caso
mas emblemático fue el del futbolista argentino Diego Rivarola, quien por anotar
un gol en un Superclásico chileno jugando por el club Universidad de Chile, al
quitarse la camiseta mostró una polera con la figura estampada de Gokú. Desde
ese momento, la prensa chilena le dio el apodo de Gokú, el cual adoptaría hasta
su retiro de las canchas.
Gokú versus Bieber
En el último tiempo se ha
suscitado una de las rivalidades más candentes en las redes sociales respecto a
fanáticos de algún artista o género. En el último tiempo en Twitter han estado apareciendo
tendencias generalmente molestas respecto de artistas que por hacer un solo
movimiento en su cuenta, sus seguidoras comienzan una cadena de posteos en
muchos casos sin sentido que causa que aparezca una tendencia indeseada para
muchos de los no fans. Este caso lo ha reflejado las seguidoras del cantante
canadiense Justin Bieber.
En muchos casos la molestia de
los no fans en la citada red social se ha manifestado principalmente porque
estas personas actúan en muchos casos como “spamers”
indeseadas que eclipsan temas mucho más importantes para la contingencia del
momento. En algunos casos, las “Beliebrs” mas radicales, han suscitado ataques
mediante insultos a varias personas solo por el hecho de mostrar su
discordancia. Este tipo de fans denotan su sesgo incluso hasta el punto de exhibir
fotografías en sus avatares muy poco afortunadas de su ídolo, como por ejemplo,
exhibiendo una cara de estar completamente drogado.
Sin embargo, un grupo de fans de
DBZ han hecho sentir su peso en redes sociales como Facebook, en las cuales a través de memes han logrado hacer algo de
peso a la fanaticada del cantante. Algo que ha traído rivalidades y en algunos
casos la indignación declarada de parte de las “Believers”.
Aquí se pueden ver algunos casos
en donde las fans del cantante expresan no solo su molestia con el personaje,
sino también su desquite con otros seguidores de destacados deportistas y
actrices:
En los últimos años se ha
desatado una verdadera guerra de ídolos en la cultura popular. Discordancias
que llegan incluso a discusiones de lo más absurdo han llevado a convertir como
tendencia diversas guerras entre fanáticas. En muchos casos se dan ejemplos de
liderazgos poco sanos que llevan a que estas fanáticas como reacción realicen
actos reflejo como raparse el cabello, ello tomando como ejemplo una broma del
tablón de imágenes 4chan al
mencionar que Justin Bieber sufría cáncer, lo que llevo a varias de sus
fanáticas a raparse el cabello, siendo que en realidad la información era
falsa.
Es muy contraria la sensación que
deja Gokú en el público. El personaje en sí y forjado por las peleas que libra,
da la sensación de entregar protección, que es una mano que te da para superar
inconvenientes e incluso lograr imposibles. Hoy en día esta marca ha
permanecido por mas de quince años en las memorias tanto de los fans declarados
de la serie, especialmente por aquellos que si bien no siguen el género del
anime, lo recuerdan como un pedazo de sus vidas, aquellas que hablan de llegar
a casa después del colegio, prender el televisor y ver su serie favorita en las
tardes antes de la “once” o de la cena.
Pero quizás lo más importante de
esto, es que en varios casos, los seguidores de la franquicia han sabido llevar
este cariño por el personaje, hasta el punto de transmitirlo a sus generaciones
futuras de una forma correcta. No sabemos hasta que punto perdure el fanatismo
de las fans de Bieber, pero de algo si es seguro y ha pasado anteriormente con
otros ídolos juveniles: Tarde o temprano se terminan convirtiendo en productos
desechables, e incluso reemplazables por otro de turno. Con Dragón Ball (y
otras franquicias como Pokemon, Digimon, Sailor Moon y Saint Seiya)
ello no ocurre.
Cuidado con los extremos
Todos conocemos del gran éxito y
a la vez la gran influencia que ha traído Dragon Ball Z a los seguidores del género
del anime, pero también, conocemos de casos en donde se tiñe de mala manera su
éxito.
Es sabido de la marca que dejó la
serie en los fanáticos, pero también es conocido el hecho que la glorificación
a Dragon Ball Z por parte de un segmento de fans ha provocado que se
menosprecien otras franquicias o series que si bien han estado a la altura de
su historia y han sabido ganar éxito, terminan por ser incluso víctima de las
odiosas comparaciones, en algunos casos, bastante destructivas.
Pasó en su momento, cuando Dragon
Ball Z y Sailor Moon tenían un éxito arrollador en su época. El hecho de
considerar esta última como una serie del perfil para el público femenino fue
una causal para las burlas de los fans de las sagas de Son Goku. Expresiones
como: “Si ves Sailor Moon entonces eres
una niña” o “Viendo Sailor Moon
terminaras jugando con muñecas” fueron de las tantas frases cargadas de
ninguneo y desprecio por parte de los mal llamados fans de la franquicia de
Akira Toriyama.
Esta situación se ha extendido
hasta nuestros días, en donde se puede apreciar la odiosa comparativa entre la
animación actual y la anterior. Afiches como estos han cumplido el cometido de
enardecer las redes sociales entre fans de algunas series actuales y los de
DBZ:
En mas de alguna ocasión se ha
comentado en esta web acerca de cómo se van formando roces producto del
conocido “fanboyismo” que lleva a la formación de conflictos como por ejemplo “Esta serie es la mejor del mundo” “Esta serie es la mejor de la historia” “Esta serie es para verdaderos hombres”, etc.
En muchos casos, estos fanboys
calificados en algunos casos como “Dragonballeros” se cierran a la existencia
de aquellas historias que salen del círculo de su serie favorita, armándose
conflictos innecesarios con respecto al fan de la animación que gusta de otros
géneros de la actualidad. Al igual que el caso anterior, se forman estigmas
innecesarios respecto a fans de otros géneros dentro de la misma animación
japonesa. Como generalmente menciona mi buen amigo Tom Maneiro, estos tipos
fanáticos que descalifican a otros se les pueden calificar como unos meros
“Fantards”.
Más allá del tiempo que pase,
Gokú se ha transformado en un referente. Es indiscutible el aporte que ha hecho
a la masificación del género de la animación japonesa en los últimos 15 años en
nuestro continente. Si bien puede ser criticable el hecho que ha eclipsado en
ciertos términos a otras grandes obras de la animación japonesa que a nivel
mundial sirvieron de norte al éxito y masificación del genero (Space Battleship Yamato, Macross, Gundam, Akira, otros),
no hay que discutir el hecho que Dragon Ball Z ha conseguido abrir camino a que
la gente que no conoce el género de la animación oriental pueda poco a poco
descubrir varias de sus virtudes en términos de entretenimiento, vital para el
posterior éxito comercial.
Hoy en día se extraña la falta de
impacto en la exhibición de animaciones producto del desinterés de las
televisoras y la mala gestión de las distribuidoras. Hubo una oportunidad con
“One Piece” pero al final terminó convertido en un fraude. Mas allá de las
críticas que se pueden hacer a la serie en su conjunto, no quedan dudas, Dragon
Ball Z contribuyó a popularizar el género, incluso fuera de la animación.
Y finalizo esta columna con una
curiosidad, este video que en los últimos días se ha estado viralizando en la
red. Nos vemos en otra ocasión.