[Eriol T. Harlaown] 2013: El Año Mas Difícil

No soy uno de esos que escriben resúmenes de fin de año, pero las circunstancias de este año especial me hacen recordar ciertas cosas que se vienen a la mente ad portas del final de este 2013. Un año personalmente triste.

Sin embargo, y haciendo de lado los temas personales que me embargan ante este tiempo que empieza a consumirse en sus últimas flamas, ha sido un año para nada fácil para el entretenimiento que tanto a mí como a ustedes les gusta. A ello hay que agregar que tanto las distribuidoras y principalmente los canales de televisión (Abiertos y de Paga) no han ayudado ni siquiera a difundir una programación decente para el público infantil y juvenil, tanto que en algunos casos, han puesto más leña al fuego. Es por ello que repasemos algunos hechos tocados en mis columnas en este año que se nos vá.

Los Canales: Nota Roja

Los canales de televisión nuevamente no pasan de ramo. Es más, podríamos no solo reprobarlas, sino bajarlos de curso. Comencé este año tributando como ejemplo más claro de “Carade Baldosas” a las dos corporaciones televisivas más poderosas de México y de las más influyentes en el continente. De a poco la concientización ciudadana en el país de los tacos y del mariachi ha frenado algunas cosas referentes a la monopolización del espectro televisivo en dicho país. Sin embargo, mientras existan otros canales les sigan comprando sus producciones, o en algunos casos, se vendan como Cartoon Network, quién echó por la borda 20 años de tradición televisiva justo en su año aniversario, no se podrá frenar la vorágine que han representado Televisa y TV Azteca en los últimos 15 años sobre nuestro continente.

Pero si se trata de canales hay mucho que tratar. Primero, la decadencia que representado el canal Sony Spin en el espectro televisivo, tanto que hoy se ha convertido en verdadero Zombie televisivo en los sistemas de cable que en dos años ha desechado en un 80% la oferta prometida en 2011 de bastante inferior calidad a lo que ofreció Animax o Locomotion en el pasado. Esta decadencia viene representada en su cara más visible: Klaudia Bermúdez-Key, cuya columna dedicada a su persona fue una especie de premonición a lo que sucedería unos días más tarde.

Y para coronar este pésimo año para la corporación Sony Enterteiment Television, una polémica consulta hecha a través de la página oficial de Facebook del canal congregó más de 2000 consultas en su mayoría solicitando el regreso del anime a las pantallas del canal de Sony y en otros casos, volver al formato full anime o combinado con otro tipo de programación fuera del actual esquema de series oldies que difunde de otros canales en el pasado.

Continuando, también se hizo referencia a otros bloques famosos en el pasado y que en gloria y majestad han retornado como por ejemplo en el canal Cartoon Network de los Estados Unidos. Más que nunca se ha hecho deseable el retorno del bloque Toonami a nuestra versión latina comandada por Barry Koch y Pablo Zuccarino, cuyas críticas a su flojo desempeño directivo se han mantenido al igual que en años anteriores y que alcanzó su peak el año anterior con el estreno de “La CQ”. 

También se hizo memoria de algunos canales televisivos que desaparecieron por los vaivenes económicos del mundo, algo que nos toca bajo el actual escenario de crisis que enfrenta el mercado en el mundo.Sin embargo, en la última instancia del año me atreví a recalcar un caso que hoy en día está siendo tocado por distintos blogs de televisión de mi país: La ausencia de programación infanto-juvenil en los canales abiertos de mi país (Chile). Hoy en día la preocupación de las televisoras de mi país se ha ido centrando en programas bastante banales que han ido derivando a una programación que poco a poco ha ido desencantando a un público que se encuentra demandando otros tipos de contenido. Dentro de esta columna se dio el ejemplo de Marmota Studio, un estudio de animación que ha incursionado con éxito en la producción de series animadas mediante los medios digitales.

Pero semanas después de publicada esta columna, otro hecho hizo que mi voz a través de la opinión en esta web se manifestara con urgencia. Un ataque directo del matinal Bienvenidos de Canal 13 de Chile a la cultura asiática motivó una dura respuesta de quien escribe, un poco ejemplificando el sensacionalismo de cómo actúan estos programas matutinos no solo en este caso sino en otros en donde la falta de ética periodística abunda en ese horario hecho específicamente para las dueñas de casa, generalmente madres de muchos fans de la animación japonesa.

Lo destacable: El Recuerdo de los Clásicos

Si hubo algo que marcó la pauta del presente año que se nos va fue el estreno en los cines de la película Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses altamente difundida por esta web. Y es que un estreno como este, no puede más que motivar mover recursos para hacer una cobertura como corresponde, algo que ANMTV logró con profesionalismo y cabalidad este presente año.

Sin embargo, no hice referencia directa a la película en mis columnas. Decidí enfocarme a algo mucho más sociológico en lo que respecta a dicha serie. De cómo ha logrado influenciar a diferentes generaciones de niños y adolescentes que aún siguen recordando las hazañas de Son Goku y su grupo de Guerreros Z. Algo que ha llevado a que se rinda una serie de tributos al guerrero Saiyayin criado en la tierra que van desde parodias a canciones dedicadas a su particular forma de ser y que lo han llevado a ser el superhéroe animado más importante de los últimos 15 años en nuestro continente.

Pero también se hizo memoria de otra serie en una columna que en este año pasado paso casi desapercibida. Un recuerdo en honor a los viejos tiempos, principalmente bajo la sombra de la influyente década de los 80 en Chile. El HalcónGrand Prix voló este año bajo la memoria del legendario piloto de Fórmula 1 Nikki Lauda, quien tuvo un papel de dicha serie de animé producida en los setenta por Toei Animation.

Esperanzas para el año que viene

Mucho es lo que podemos esperar el siguiente año que ojalá todos nuestros sueños se cumplieran, yo estoy seguro que no mucho se puede avanzar en ese sentido pero este año se dieron avances respecto a la televisación de nuestro entretenimiento favorito a pesar que hay dos grandes baches que hacen de obstáculo a la difusión del animé en nuestro continente: La gestión de las distribuidoras y el interés de las casas televisivas.

El próximo año se vienen buenos estrenos, especialmente uno en particular que espero junto con mi hermana menor: Me refiero a la nueva serie de Sailor Moon pronosticada para el presente verano. También vendrán nuevos proyectos en el ámbito de nuestro entretenimiento favorito que ojalá pudiéramos disfrutar a través de los medios legales existentes.

Sé que esta columna es simple y un poco haciendo vista a temas tratados todos los meses del presente año, pero hay algo de lo cual quiero hacer memoria antes de finalizarla: Es el haber compartido mi entretenimiento favorito con la persona cercana a la cual deje ver en el anochecer del mes de Agosto y de las cuales tuvo como mejor ejemplo a dos series que desde ese momento he comenzado a valorar por el hecho de compartirlas en su momento. Me refiero a Inuyasha y Rurouni Kenshin.

Un feliz año para todos mis seguidores y lectores. Nos vemos el próximo año.