Los Looney Tunes no necesitan mayor presentación. No solo es uno de los grupos de personajes animados más conocidos y añorados en el mundo entero, también es uno de los grupos de comedia más aclamados de todos los tiempos, quienes con sus cortos cinematográficos realizados entre los años 30 y 60 no solo fueron merecedores de varias estatuillas doradas de la Academia, si no que varias de sus desventuras son consideradas como “influyentes”, haciendo que varios de sus cortos estén siendo hoy preservados por la Librería del Congreso de los Estados Unidos. No hace falta mencionar la importancia que tienen estos personajes en la historia de Warner Bros. y el cómo su líder de facto, Bugs Bunny, es considerado la mascota oficial de la compañía.
Parte de este éxito e impacto cultural se debe a muchos factores, ya sea que hablemos de su humor atemporal (aunque varios estereotipos culturales y raciales claramente ya no sientan bien hoy, mismo caso de sus contemporáneos como Popeye el Marino y la dupla de Tom y Jerry), el como siempre un personaje inteligente derrotaba jocosamente a su rival con astucia y no tanto así con fuerza bruta, su constante emisión por televisión (haciendo que muchos crean que el grupo nació en este formato y no en el cine) y claro, la actuación de voz detrás de ellos. Mientras que en su idioma original es alabado el trabajo de Mel Blanc como todos los personajes masculinos y el de June Foray como (casi) todos los femeninos, en Latinoamérica son muchos los actores mexicanos que dieron vida a Bugs, Lucas, Porky y compañía. Sin embargo, claramente es en este punto donde la historia se vuelve… complicada. Verán, el caso de los cortos originales de los Looney Tunes en Latinoamérica es sumamente confuso debido a la cantidad de doblajes y redoblajes que existen de estos cortometrajes.
La pregunta que se hacen los fanáticos es, sin duda, “¿por qué tantas versiones dobladas de un mismo producto?” Bueno, esto se lo debemos principalmente a un lío legal que se suscitó durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo pasado, y es que durante varias décadas WB perdió los derechos de al menos la mitad de los cortos realizados entre 1930 y 1969 voluntariamente. Repasemos rápidamente la historia para así despejar estas dudas de una vez. Siéntense, que el cuento es relativamente largo.
La compra y venta
compulsiva de librerías
Unos años antes de que comenzaran a doblarse estos cortos, en
1955 para ser exactos, WB vende a la distribuidora Guild Films los derechos de
191 cortos de Looney Tunes y Merrie Melodies (entre los cuales solo se
incluyeron cortos en blanco y negro), para que dicha compañía fuese absorbida
poco después por Seven Arts (ojo con este dato). Al año siguiente, la
Associated Artists Productions (a.p.p) compra todos y cada uno de los cortos
realizados hasta antes de agosto de 1948 (exceptuando los 191 cortos
mencionados), siendo esta poco después también comprada por el antiguo estudio
de Charles Chaplin; United Artists (UA).
Este sería el estudio que se encargaría de realizar el primer doblaje de los
Looney Tunes, realizado específicamente para la televisión. Síp, tal como lo
están leyendo, no fue WB la encargada del primer doblaje de estos personajes,
sino un estudio rival que por azares del destino se hizo con los derechos de
gran parte de sus cortos. Para despejar dudas, antes de estos doblajes, los
cortos de los Looney Tunes sí se
exhibieron en los cines de Latinoamérica, solo que en inglés con
subtítulos.
Primera etapa: el doblaje de United Artists
Este
primer doblaje empezó en 1958 y se llevó a cabo en los antiguos estudios CINSA
de México, donde el encargado de la dirección fue nadie menos que Jorge “El Tata” Arvizu (a quienes muchos
recordarán por sus papeles en series de Hanna-Barbera como Pedro Picapiedra en Los
Picapiedra y Benito Bodoque en Don Gato y su Pandilla), quién al igual
que Mel Blanc se encargaría de varios de los personajes masculinos, tales comoel
Pato Lucas, Porky y Bugs Bunny (quién no tenía un nombre fijo, siendo a veces
llamado el “Conejo Bugs” [con “Bugs”
pronunciado literalmente con “U”] o el “Conejo
de la Suerte”, este último convirtiéndose en el titulo honorifico del
personaje en el mundo hispano). Otros actores que participaron en esta etapa
incluyen a José María Iglesias, Victor Alcocer y “La Madrina” Gloria Rocha. Graciosamente, este doblaje se realizó al
mismo tiempo que el de los cortos de Popeye el Marino, los cuales en su momento
también fueron comprados por a.p.p y
eventualmente terminaron también en manos de UA, por lo que el mismo elenco
participó en esos cortos de igual manera. Dada las condiciones laborales y
tecnológicas de la época, estos primeros cortos se vieron afectados por varios
problemas técnicos como la falta de lip-sync
y el reemplazo de las bandas sonoras por temas instrumentales de dominio
público, razón por la cual estos cortos fueron redoblados en los 90. A pesar de
esto, las actuaciones siguen siendo recordadas con cierta añoranza, sin
mencionar que estos serían de los primeros doblajes en tomarse sus libertades
creativas, incluyendo chistes exclusivos de esta versión y referencias
culturales locales. Como dato curioso, es en esta etapa que nace el título de “Fantasías
Animadas de ayer y hoy” como traducción de “Merrie Melodies”,
traducción que sigue siendo usada al día de hoy como traducción oficial de
dicho título.
El Pato Lucas y el dinosaurio (1939)
El que persevera alcanza (1942)
Segunda etapa: las
series antológicas de Warner Bros.
En
1961, el mismo año en que UA finalizaba su doblaje de los cortos que poseía, WB
decidió comenzar a distribuir en el mundo hispano sus series de “antología” (en
términos televisivos, una serie de antología es aquella que no mantiene una
historia lineal ni personajes fijos por episodio). Estas serían El
show de Bugs Bunny (el más popular, al punto de emitirse en Estados
Unidos hasta el año 2000), El
Correcaminos y El Festival de Porky. Estos
programas se caracterizaban por presentar los distintos cortos realizados
después de agosto de 1948. Mientras que el segundo mostraba los cortos del dúo
de Wile E. Coyote y el titular Correcaminos junto a los cortos de Silvestre y Piolín, y el tercero
mostraba mayormente los cortos de Porky;
el primero mostraba una gran variedad de los distintos cortos cinematográficos,
haciendo un énfasis especial en los cortos de Bugs Bunny y el Pato Lucas. Entre
los cortos se presentaban nuevos segmentos animados con los cuales cada
episodio estaba centrado en un tema en específico. Bueno, pues fue con estas
series que Warner decidió comenzar su propio doblaje de los cortos que poseía
en ese entonces.
Intro de El Show de Bugs Bunny
(incompleto)
Intro de El Correcaminos
Intro de El Festival de Porky
Estas
series (y por lo tanto, sus respectivos cortos), fueron doblados en los
estudios CLADSA bajo la dirección de su fundador Ken Smith. El reparto de esta
etapa fue muy irregular (en el sentido de que varios personajes tuvieron más de tres
voces), pero no por eso malo. Al contrario, este es tal vez el “reparto
viejo” mejor recordado, esto en parte por la buena calidad técnica del doblaje
en sí mismo, sus excelentes actuaciones y el hecho de que fue en esta etapa que
se doblaron por primera vez los cortos más memorables de la franquicia, tales
como “What’s Opera, Doc?”, “Duck Amuck”, “One Froggy Evening”, entre otros. Una característica de esta etapa
es que la gran mayoría de los cortos comienzan con la frase “¡Esto amigos, es una producción de la
Warner Brothers para la televisión!”, frase extraída del intro del Show de
Bugs Bunny. Ahora, ¿recuerdan lo que mencioné de los cortos en blanco y negro
comprados por Seven Arts? Bueno, en 1968, en pleno doblaje de esta etapa, WB y
Seven Arts se fusionaron, haciendo que dichos cortos volvieran a las manos de
los Hermanos Warner. Es por ello que 78 de esos cortos fueron reanimados a
color en Corea del Sur para ser integrados en el Show de Bugs Bunny. La calidad
del proceso de reanimación de estos cortos es, cuando menos, controversial,
sobre todo si lo comparamos con sus contrapartes en blanco y negro y su
respectiva coloración digital hecha en los 90 en base a la animación original.
Aun así, este no es el tema de la columna, por lo que tal vez hablemos de esto
en el futuro. Lo cierto es que estos cortos reanimados fueron doblados bajo las
mismas características que los demás, salvo por el cambio de banda sonora
(motivado por la naturaleza musical de los cortos). Como dato final sobre esta
etapa, fue con este doblaje que los Looney Tunes llegaron a España, siendo uno
de los numerosos casos en los que un doblaje latinoamericano de antaño les
llegó a los españoles (tal como varias de las películas de Disney).
El Pato Lucas en la corte (1941)
Tercera etapa: El Show de Speedy Gonzales y las "Package Films"
Tres
años después de que finalizara la segunda etapa, en 1972, WB decidió doblar “The
Merrie Melodies Show”, ahora en los estudios CISSA – Oruga bajo la
dirección del legendario Francisco Colmenero. Este programa era otra serie de
antología, en el cual se agruparon los 72 cortos realizados por DePatie-Freleng
Enterprises entre 1964 y 1969, los cuales en su mayoría fueron protagonizados
por Speedy Gonzales, el Pato Lucas y Silvestre. A pesar de que estos cortos
están entre los menos halagados de la franquicia, la prominencia de Speedy en
la trama de los mismos y su respectiva popularidad entre los mexicanos motivo a
WB a renombrar el programa como “El Show de Speedy Gonzales” en
español.
Intro de El Show de Speedy Gonzales
A
diferencia de las otras dos etapas, a partir de aquí WB decidió comenzar a
cuidar la continuidad de voces, razón por la cual en este programa no hubo un
intercambio tan constante de papeles entre los actores, con el gran Arturo
Mercado tomando el rol del ratón titular, Luis Bayardo haciendo las de
Silvestre y Eduardo Arozamena quedándose con el papel de Lucas, mientras que
Diana Santos se encargó de dar vida a Piolín, eso sin mencionar a otros
personajes que aparecieron también en este programa. Fue
en base a este elenco que Warner doblaría las futuras producciones de la
franquicia, tales como las películas compilatorias (o Package Films como también se les conoce) y los especiales de
televisión que serían lanzados durante los años setenta y ochenta, tales como La
película de Bugs Bunny y el Correcaminos, Los 1001 cuentos de Bugs,
Pato
Lucas: Caza Monstruos, entre otras, todas bajo la dirección de
Colmenero. Aun así, fue en estas producciones que se volverían a ver
variaciones en cuanto a los papeles, tal como en el caso de Bugs Bunny, que en
algunos proyectos fue interpretado por Arturo Mercado, para luego ser reemplazado
por Raúl Aldana; o Porky, quién en un inicio tenía la voz de Juan José Hurtado
para luego tener la de Francisco Colmenero. Para este punto y gracias a las
películas compilatorias, el público latinoamericano ya había visto varios
cortos con más de undoblaje, pero la
locura terminaría de consagrarse en los noventas.
Cuarta etapa: los redoblajes de Turner y WB
Antes de continuar, volvamos a UA (el estudio, no la Academia
de Héroes) y sus respectivos cortos, y es que en lo que todo lo anterior
ocurría, United Artists terminó por fusionarse con Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) en
1981. A los pocos años, en mayo de 1986, Ted Turner mediante su compañía Turner
Entertainment compraría a MGM, y tan
solo un par de meses después la volvería
a vender, solo que ahora conservando su librería audiovisual y propiedades
intelectuales de antes de la compra (mayo de 1986). De esta manera, Turner
logró adquirir varias propiedades en materia de animación, como los cortos de Popeye
el Marino (de los Estudios Fleischer), la librería y propiedad
intelectual de Tom y Jerry, Droopy, y un gran etcétera,
incluyendo los cortos de los Looney Tunes de antes de agosto de 1948. Esto,
sumado a la compra del estudio Hanna-Barbera un par de años después, haría a
Turner poseedor de una importante librería animada, excusa perfecta para lanzar
al aire a Cartoon Network en 1992.
“¿Por qué
divago en esto?” se preguntarán. Pues, avancemos ahora hasta 1996, momento
en el que Turner realizaría (en base a versiones remasterizadas digitalmente en
1995) un redoblaje de los cortos que tenía en su posesión para su transmisión
por Cartoon Network (junto a estos, Turner mandaría a doblar su propia versión
reanimada a color en Corea del Sur de 26 cortos en blanco y negro, lo cuales
recibirían así su primer doblaje). Al mismo tiempo, Warner Bros. empezaría
también su propio redoblaje para las versiones remasterizadas de los cortos que
tenían bajo su posesión, en el que se incluyó también el doblaje de 101 cortos
en blanco y negro que fueron colorizados digitalmente (entre los que se
incluyeron nuevas versiones coloreadas de los 78 cortos previamente reanimados
a color en Corea del Sur en 1968, solo que esta vez en base a su animación
original). Ambas distribuidoras escogerían al estudio Audiomaster 3000 para
estos redoblajes, lo que en consecuencia hizo que ambos redoblajes fueran
dirigidos por el mismo director, en este caso, Francisco Colmenero, quién
regresó de la etapa previa, aunque ahora solo interpretando al Pato Lucas. El
motivo de esto teóricamente se debió a que los doblajes de las tres etapas
previas ya no cumplían con los estándares de Warner y Turner, debido a que
sufrían de muchos problemas e inconsistencias en cuanto a su calidad de audio y
relación con el material original, lo cual no les permitía hacer estos cortos
rentables. Además que al ser en su mayoría grabaciones extraídas de las series
compilatorias, provocaba que ciertas escenas o fragmentos quedasen sin doblar.
Es bueno aclarar que el elenco armado por el señor Colmenero fue el que Warner
usaría para los nuevos cortos lanzados durante los noventa, para la película Space
Jam y la serie Las Aventuras de Silvestre y Piolín
(aunque la primera temporada de dicha serie tomó en cuenta varias voces de la
etapa anterior), todo esto también bajo la dirección del eminente señor. Inicialmente
los doblajes de los cortos de Warner solo fueron lanzados para colecciones en
videocinta desde 1996. Es por todas estas conveniencias que se le llama a estos
redoblajes como “Cuarta etapa”. Pero
las cosas no terminan ahí.
El gatito y el canario (1943)
En
1998, Warner Bros. y Turner Entertainment se fusionarían para dar paso a Time
Warner (hoy WarnerMedia), haciendo que Warner Bros. volviera poseer todo el catálogo entero de Looney Tunes
y Merrie Melodies. Esto también permitió que todos los cortos se pudieran ver juntos en las mismas señales
televisivas, primordialmente CN, que tras el éxito de Space Jam comenzó a
emitir el redoblaje de WB y los cortos noventeros. De este modo, los futuros
redoblajes que se harían para los cortos se verían unificados y llevados a cabo
por WB. Sin embargo, esto lejos de llegar a un consenso más bien complicó las
cosas. Verán, en 2003 WB decidió hacer un recast
para la película Looney Tunes: De nuevo en acción y una serie de nuevos cortos
realizados para promocionar dicho filme, seleccionando así nuevas voces que se
apegaran más a las oídas en inglés. Hasta ahí todo bien, ¿verdad? Pues… no.
Tras eso, Warner comenzó a hacer redoblajes de algunos cortos que ya habían sido redoblados por Turner,
solo que ahora tomando en cuenta las nuevas voces (por ejemplo, Alfonso Obregón
sería reemplazado por Luis Alfonso Mendoza como Bugs Bunny). También, y a
partir de 2008, se produjeron nuevos lanzamientos en DVD de los cortos clásicos
y/o sus películas compilatorias, los cuales incluían más redoblajes (!). Para
que se den una idea de toda esta locura (que palabra tan apropiada considerando
la franquicia), el corto “Bugs Bunny Gets the Boid” (1942) recibió tres redoblajes, uno de
Turner, otro de WB para la televisión y otro más para los DVDs.
Cuidado con el pajarraco
(redoblaje de Turner)
"Zopi-Sorpresas" y "Bugs y los buitres"
(redoblajes de WB)
Con tanto doblaje,
¿por qué sigo oyéndolos todos en TV, DVDs y streaming?
Seguramente se preguntarán, ¿por qué con tanto divino redoblaje, Tooncast, Boomerang, HBO Max y los
DVDs/Blu-rays mezclan todos los doblajes? O mejor; ¿por qué tantos redoblajes en primer lugar? Pues… buena pregunta. A
ciencia cierta nadie sabe el porqué de esto, y no es el único caso, ya que los
lanzamientos de otras obras con más de un doblaje por parte de WB tampoco parecen
decidirse por cual versión utilizar. Por ejemplo, en un DVD oficial de Tom y
Jerry encontrarán unos cortos con el doblaje mexicano original y otros
con el redoblaje de Los Ángeles. Dependiendo del canal, el doblaje de Wily
Wonka y la Fábrica de Chocolate (la protagonizada por Gene Wilder) el
doblaje también puede variar (cualquiera de los tres), y Fantasma del Espacio de Costa a Costa
te mezcla el doblaje original de Los Ángeles con el redoblaje (y continuación)
realizado en Venezuela. A estas alturas, francamente es lógico pensar que WB ni
siquiera sabe que maneja más de un doblaje de sus series y películas, ya que no
me explico el porqué de esto. Sin embargo, no todo esto tiene porque ser malo,
ya que al menos sirve para hacer comparaciones justas entre las distintas voces
y actuaciones, aunque claro, siempre será mejor el poder mantener algo de
continuidad.
Espero que con esto haya logrado esclarecer dudas respecto a
este confuso tema, y de paso haberlos hecho pasar un momento ameno y que se
hayan divertido al leer este articulo como yo al escribirlo.
Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Preferirían
que WB mantuviese una mayor continuidad con sus doblajes? ¿O prefieren las
mezclas locas de Boomerang? ¿Cuál es su etapa favorita? ¡Háganlo saber en los comentarios!