[Columna] Que absorbe la TV aun, que el streaming no (Parte 2)

Por el 19.4.21

Despues de hablar sobre que absorbe el streaming a la TV, ahora saltamos a la viceversa con la televisión, ese medio que ha estado en un renovación constante y evolutiva, desde que esta empezó siendo algo que parecía que muy pocos tendrían, a crecer como un bien común, luego sus avances tecnológicos, desde que empezó teniendo una imagen en blanco y negro a saltar al color de forma regular a viva, cambiando el formato de grabación de imagen estándar (SD 4:3) a tener una imagen de alta definición (HD 16:9, y los saltos al 4K y 8K), y el salto de tener realizar casi todos programas en vivo entre los 60s a los 70s, cubriendo menos de 18 horas, a poder ser grabados en video tape y cubrir las 24 horas, pero el más llamativo de todos, adaptarse a los cambios y gustos de su audiencia en cuanto a su programa, sea adecuado o los más erróneos de su historia.


La historia de los espacio televisivos ha sido constantemente alterada en la manera como las cadenas televisivas quieran hacer sus producciones, y también en como las “tendencias” se impongan, desde que esta empezó, la televisión ha sido un medio que se ha destacado por la forma de transmitir información de manera inmediata, aunque programada, más cuando se trata del formato de entretenimiento,


Empezando por telenovelas, late night shows y las sitcoms como los primeros formatos más destacados en la era del blanco y negro hasta mitad de los 70s; en la era del color, ya impuesta en los 80s, se empiezan a destacar los espacios musicales, shows,  concursos familiares y los eventos deportivos mundiales; los 90s arrancando con las tendencias juveniles de realizar series, ampliar la emisión de series animadas (que llegaba desde mitad de los 80s), la realización de eventos multitudinarios, los polémicos talk show y la alarmante llegada de competencia más ruda con la televisión por cable.


Arrancando el milenio (2000s) se impone la calidad de imagen y la TV satelital, el uso del internet (y las problemas de piratería y filtraciones que esta causa), la realización de producciones con mayor uso tecnológico, con temáticas más fuertes que las vistas en los 90s con la aplicación del formatos como el reality show y el anime, y especialmente es la era cuando se empiezan a definir que canales de TV paga sobrevivirán en la “guerra” dependiendo su temática (donde básicamente mueren los que no tenían apoyo de grandes compañías, o a la final fueron vendidas); el 2010s pasa a ser la etapa donde la TV empieza a buscar ser “más inclusivo” (sea temas de color, LGBTI, o simplemente abarcar otros formatos), explora en sus programas más el “ciberespacio”, y es además la etapa más estable en cuanto a que canales de televisión quedan definitivamente, pero no en cuanto a que contenido se destacarían con su público (casos destacables: Boomerang y sus 3 etapas, quitar el “Music Television” de MTV, Animax y sus últimos años, CN con realizar live-actions, el cambio que se denota en Discovery Channel, y si es latino, pare usted de contar las relanzamientos de Televisa).


Ahora, la televisión deberá rebuscarse entre que formatos mantener, que formatos dejar exclusivos para el streaming, como entrarle a este tipo de servicios, además del donde y como mantener sus inversiones y anunciantes, estando lo último migrando al internet.


¿Qué pueden mantener a flote la TV?


En este primero hay que destacar que en toda la región, el número de suscriptores de televisión paga tenía un máximo de 72,2 millones en 2017, y el total cayó a 64,6 millones en 2020, pero esperándose una pequeña mejora después de 2023, con un total de 65,1 millones de suscriptores para 2026, de acuerdo a un reporte de Digital TV Research con respecto a la situación de la económica en LATAM.


El público que absorbe el streaming es mayormente de la TV, y una pequeña parte de los que siquiera la han tenido en algún momento. México tiene más suscriptores de televisión paga, a pesar que la mitad de los hogares tiene televisión, y la otra parte no; este país ha perdido suscriptores desde su año pico, en 2016, donde tenía 20,9 millones de usuarios, y cuya marca no superara en 2026.


Por su parte, otro lugar es Venezuela, solo en 2020, cayó 2,4 millones de suscriptores, principalmente debido a la salida de DIRECTV, siendo el país que más suscriptores perdió en el año, y que por experiencia propia destaco, que represento un caso de que contenido consumir cuando hay limitantes hasta para el streaming; cómo pagar por un servicio de forma directa y no por terceros, como saltar las que bloquearon al país, las que no ofrecen métodos de pago disponibles para la zona, las deficiencias de conexión a internet (particularmente para zonas rurales), entre otras, que destacamos, no están directamente relacionas con la situación política, aunque si económica. Si bien el consumo de streaming creció en cierta medida, mayormente algunos recurrieron a ver los servicios gratuitos disponibles, como Pluto TV y las señales que eran visible en YouTube o redes sociales, otro lado tuvo que recurrir a la piratería, pero quien más salió ganando fueron canales de señal abierta, los cuales pasaron a obtener una cantidad considerable de audiencia y anunciantes, cuando esta era básicamente muy baja de audiencia y nula de publicidad, todo esto a pesar de las crisis.


A la perspectiva de quien les redacta, si bien las series y películas son contenidos muy atrayentes, aún quedan otras clases de producciones que calan mejor en la Televisión que el streaming, irónicamente algo muy representativo del internet, y es el contenido en vivo o que básicamente es para verse instantáneamente.


Y es que las televisoras de pago o de señal abierta aún tienen contenido “valioso” para dar, los cuales incluye eventos deportivos y/o culturales en vivo, concursos de talento o de esos de ganar dinero, realitys shows, talk shows, programas de entrevistas, debates, noticieros y sus variantes informativas, y en menor o igual medida al streaming, documentales, telenovelas y contenidos provenientes de otros países. Un detalle que aquí corre claro está, es que también dependerá de los anunciantes para que estos sobrevivan.


Otro detalle que también lleva aun a favor la TV contra el streaming, al menos en América Latina, es el contenido “regional” (al que se encuentre interesado, claro está). Si bien las recién llegadas Disney+, Paramount+ y HBO Max ha anunciado que producirán contenidos hechos en este lado del mundo, fuera de que ya Netflix y Amazon han apostado en las producciones en conjunto (como ha sucedido en Colombia y México), el contenido regional queda atrapado en realizar series y alguna que otra película, pero no más de allí, y generalmente suele sobreponerse aun así las extranjeras, implicando que tengan que asociarse con canales latinos, que de igual emitirán la serie en la TV.


Debido a lo nombrado, hemos visto como ya algunos canales hispano hablantes nacionales apuestan más por los contenidos antes mencionados, y relegando las series (pero no telenovelas) como un “complemento” de la programación, quizás yendo al punto de que los canales serán ahora el elemento complementarios al streaming, ya que estarán destinados a ser quienes orienten a los nuevos clientes interesados de las plataformas, aunque a la par puede ser al revés, la TV estará para dar un golpe a los propios precios del streaming para algunas zonas, o mantener la presencia de su marca en aquellos países con dificultad de acceso y compra (incluso yendo a lo gratuito), ya que el 79% de los hogares con TV paga tienen suscripciones tanto a TV paga como a OTT.


El contenido de las TV nacionales, joyas para el streaming

Trafico de plataformas.news


Aunque para algunos en este pagina el contenido como el anime debería tener valor algo destacado como contenido en el streaming, para otras generaciones, lo mismo ocurre con los dramas latinos (telenovelas) o de otro países, como el auge que tienen los doramas de Corea del Sur, los de humor, y quizás los concursos, son una de las joyas que aprovecharan ciertos canales para vender a empresas como Amazon Prime Video y Netflix, ¿razón?, estas plataformas gracias a su “independencia” de marcas, no buscaran sobreponer solo sus producciones originales, sino que buscaran sumar más contenido en sus catálogos, de lo que no tendrá las otras, y allí ahorita gana la TV.


Aquellos contenidos que se emitieron en su país de origen, pero que no se logran vender a otras televisoras, ya que tienen la dificultad de ser emitidas en otros países (como los Doramas, que no figuran totalmente como contenido prioritario en los canales que si producen contenido, o las producciones Argentinas o Chile no entran al mercado de México o Colombia, ya que no calan sea por los modismos, cultura o forma de hablar, por solo nombrar), ahora tienen la oportunidad de llegar más lejos sin basicamente problema alguno.


En esta parte será interesante otro detalle, y es que aquellas producciones antiguas podrán ser “desempolvadas” para emitirse nuevamente por streaming (OJO, hablando ya de producciones de entre los 70s y los 90s, que del 2000s ya está sucediendo con la TV), y las que están por realizar por parte de aquellos canales latinos que no han creado un servicio de streaming (rentable o nulo) ahora tendrán un medio con que ganar, y hasta con quien compartir costes de producción.


Aunque quizás la generación de ahora quizás dirá “no me importa” el contenido de los canales latinos, o que esta sea tildada para esa gente que se la pasa “planchando”, la realidad es otra, y es que los dramáticos latinos (por muy exageradas, cursis, melosas o según el criterio desproporcionado de algunos, “de baja presupuesto”) siguen siendo un contenido representativo.


Es notable el deseo de ciertos sectores de latinoamerica (particularmente adultos, y un tantito jóvenes) por los contenidos producidos en SU región, donde por ejemplo, para los colombianos y peruanos en particular, esta es una de las principales razones para suscribirse a un servicio y parece que con la producción de series como 3% en Brasil y el Club de Cuervos de México, las puertas realmente se han abierto a la producción de contenido original con ADN regional. En algunos mercados importantes de América Latina, la presencia de contenido local puede incluso convertirse en una obligación legal para las plataformas de streaming, resalta el último informe nombrado. Estas medidas ya están en revisión en países como Perú, Colombia y México, de este último el Senado aprobó una ley implementa una cuota del 30% de producciones locales en servicios de transmisión.


Mientras tanto, la TV (al menos en Latinoamérica) seguirá siendo representativa en el mundo hispano hablante, no solo como el medio más confiable para informarse (por más objeción que usted aplique), sino que además sigue siendo, aún, la mayor ventana para el acceso de entretenimiento que publico tiene, sea anime, cartoons, shows, concursos, realitys, telenovelas o documentales.


Para cerrar les pregunto, ¿Qué canal(es) de TV paga y nacionales sigue siendo el más representativo para usted para seguir usando este medio? ¿En qué servicios de streaming está emitiendo su contenido actualmente? ¿Qué aun considera que posee de “exclusivo” la televisión?


Twitter: @Albert1027