Reliquias Pérdidas: El arduo camino de Spider-Man para llegar al cine

Por el 18.8.22

 

¡Bienvenidos sean todos nuevamente a Reliquias Pérdidas, la sección de ANMTV dónde repasamos la historia del material perdido, proyectos cancelados y los planes iniciales de nuestras producciones favoritas! Primero que nada, quisiera disculparme con ustedes por la ausencia de la sección, la cuál se debió principalmente a conflictos de tiempo de mi parte y a que cuándo escribo, me gusta darlo tódo para que no sólo tengan una historia, si no también una lectura genuinamente entretenida. Pero bueno, no es para leer mis razones el motivo por el qué entraron a ésta columna...


Cuándo se trata de héroes, uno de los más populares es sin duda Spider-Man, también conocido cómo el Hombre Araña por varios de sus fanáticos. No es para menos, la historia y las vivencias de Peter Parker son de las más conocidas de la cultura moderna, su nivel de humanidad es aclamado por varios intelectuales y artistas (incluidos aquellos detractores del arquetipo del súper héroe) y su eterno mensaje de cómo "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" es una filosofía de vida para muchos. Ni hablar de su excelente traje de diseño atemporal que ha cambiado poco con los años y su galería de villanos con historias igualmente interesantes. No por nada el personaje se ha convertido en el rostro de Marvel durante décadas, y cómo seguro podrán haber notado, es mi héroe de historietas favorito, y es por éso que le quiero dedicar un nuevo capítulo de Reliquias Pérdidas. Éso y para celebrar los 60 años de que Stan Lee y Steve Ditko compartieron a su araña humana con el mundo. Es por éllo que hoy repasaremos en ésta primera parte la complicada historia de cómo Spider-Man llegó a la pantalla grande (y el porqué se tardó demasiado en comparación con otros héroes). Porque sí, para convertirse en el fenómeno cinematográfico que ha sido desde 2002, Peter Parker tuvo que pasar por varias situaciones qué amenazaron su derecho a ser ésa joya que Marvel (creadora y dueña absoluta del personaje) y Sony (licenciaria de los derechos cinematográficos) no quieren soltar. Sin más que agregar, "prepárense verdaderos creyentes", que vamos a balancearnos por el sendero de los recuerdos pérdidos.

 

Balanceándose de un director a otro


Luego de que el mismo Stan Lee fallara durante décadas en su búsqueda de la gente ideal para realizar una adaptación cinematográfica de su héroe arácnido, en 1985, Cannon Films (el estudio que produjo algunos de los filmes de acción más famosos de distintos actores de la talla de Sylvester Stallone y Chuck Norris) se logró hacer con la licencia de Spider-Man (vía su presidente Menahem Golan) por un periodo de cinco años que finalizaría para abril de 1990, para el cuál pagaron la ahora modesta suma de 225.000 dólares (¿no odian la inflación?). Sin perder mucho tiempo, pusieron en la silla de director a Tobe Hooper, influyente director del cine de horror, qué en ése momento ya estaba preparando  para Cannon los filmes Invasores de Marte y La Masacre de Texas 2 (ambas de 1986), quién encargaría a Leslie Stevens (famoso por sus fábulas del programa Rumbo a lo desconocido/Más allá de la imaginación de 1963) la escritura del guión.


Lastimosamente, Hopper y Stevens no parecían estár familiarizados con la historia de Spidey, siendo que su visión para el nombre era más semejante a la de un licántropo que a la de un héroe, y el tono de su guión estaba más acondicionado a su ya acostumbrado género del horror. En él, un científico corporativo sin escrúpulos sometería contra su voluntad al joven Peter Parker a un "bombardeo radioactivo" que lo convertiría en un monstruo peludo de ocho brazos con tendencias suicidas que se negaría a unirse al ejército de súper humanos del científico loco, peleándose en el proceso contra otras criaturas semejantes a él. En palabras simples, se tomaron el concepto de un "Hombre Araña" al pié de la letra. Irónicamente, éste tratamiento del personaje pareciera haber inspirado un arco posterior de los cómics en el que a Spidey le crecen otros cuatro brazos y eventualmente se transformaría a ratos en un monstruo araña similar al de éste guión.

 

Spider-Man en su forma monstruosa de los cómics


Cómo seguro ya podrán suponer, Stan Lee no le gustó mucho ésta idea, por lo que pidió que se reescribiera el guión respetando un poco más el concepto original (recuerden que éstamos hablando del hombre que adoró hasta su muerte la versión de Toei, así que su inconformidad no es poca cosa). Complaciendo así a uno de los padres del personaje, Cannon mandó a hacer un nuevo guión de la mano de Ted Newsom y John Brancato (responsables de Terminator 3 y 4). En ésta nueva versión, Peter Parker es presentado cómo un joven universitario qué es mentorado por su profesor de ciencias, el Dr. Otto Octavius. El doctor escogería al joven estudiante para ser su principal asistente en la construcción de su "ciclotrón", el cuál haría realidad su búsqueda de la energía perpetua, pero un accidente terminaría por no sólo hacer fallar el experimento, si no que haría qué Peter, al tener un contacto simultáneo con una araña al momento del accidente, obtenga las habilidades de un arácnido. Al mismo tiempo, el desastre deformaría y convertiría a Octavius en el nefasto Doctor Octopus, quién ahora obtendría una insana obsesión para hacer realidad la Quinta fuerza. Ésto lo motivaría a reconstruir su "ciclotrón", lo que cómo consecuencia causaría efectos antí-gravitatorios, anormalidades electromagnéticas y bilocaciones, lo que en conjunto terminarán por destruir Nueva York. Cómo podrán notar, claramente Sam Raimi usó elementos de ésta versión al momento de crear Spider-Man 2 de 2004.


Aunque a Tobe Hooper le gustó el nuevo guión, sintió que no era su estilo, por lo que propuso cómo su reemplazo al director Joseph Zito (Invasión a los Estados Unidos), quién aceptó con gustó al ser fanático de Spider-Man. Aún así, Zito mandó una nueva reescritura, la cuál fué realizada por Barney Cohen (el mismo hombre que convertiría el cómic de Sabrina: La Bruja Adolescente en una exitosa sitcom en 1996), quién decidió darle un toque más familiar, agregando más escenas de acción, un nuevo personaje que sería el Waylon Smithers de Octavius, el Doctor ahora tendría el latiguillo "Oki-doki" para resaltar una locura más inmadura (similar al Doctor Eggman de Jim Carrey) y su obsesión ahora sería la anti-gravedad. Éste hubiese sido el último guión, ya que dejaría a Zito satisfecho, quién comenzaría a escoger locaciones de grabación en Estados Unidos y Europa, a la vez que escogió al artista Harper Goff (conocido por su trabajo en películas cómo 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Disney y Wily Wonka y la Fábrica de Chocolate de Warner Bros.) para crear los storyboards y diseñar los escenarios de la película.


Durante mucho tiempo el Dr. Octopus fué considerado para ser el antagonista principal. Arte por Steve Ditko


Para éste punto, Cannon ya había preparado un presupuesto de un máximo de 20 millones de dólares, lo que hubiese convertido a la película en un filme de alto presupuesto (reitero, ¿no odian la inflación?). Para éste punto, ya se barajaban entre los posibles actores a Scott Leva (quién previamente posaría para Marvel cómo Spider-Man en fotos promocionales, cómics y apariciones en vivo) cómo Peter Parker, aunque también se consideró al entonces joven Tom Cruise. Bob Hoskins (el inolvidable Eddie Valiant en la excelente ¿Quién engañó a Roger Rabbit?) fué la opción favorita para interpretar a Otto Octavius, el mismo Stan Lee cumpliría su sueño de interpretar a J. Jonah Jameson (personaje que él mismo declaró es una caricatura auto-despreciativa suya) y las veteranas Lauren Bacall y Katharine Hepburn fueron consideradas para el papel de la Tía May. La producción iba viento en popa, al punto de que un teaser llegó a realizarse para así atraer distribuidores:


Teaser tráiler de lo que hubiese sido el Spider-Man de Cannon Films


Lamentablemente, una doble tragedia se le presentó a Cannon en el peor momento posible. Una se llamó Superman IV: La Busqueda de la Paz, la otra fué Amos del Universo. Ambas películas fueron unos desastres críticos y taquilleros espectaculares, lo que representó para el estudio pérdidas monetarias importantes, por lo que no se podían dar el lujo de otra súper producción, por lo que Cannon le impuso a Zito una reducción del presupuesto, el cuál tenía ahora un máximo de 10 millones de dólares. Sin pensarlo dos veces, Zito saltó del barco al no querer realizar nada menos que un producto de calidad, por lo que el estudio mandó a hacer alteraciones constantes al guión para que éste fuera menos costoso de plasmar, y contrataron al director de cine B; Albert Pyun, para asegurar un producto barato pero medianamente mercadeable. Scott Leva afirmaría que el primer guión de Newsom y Brancato era genial, pero que con cada reescritura pasaba "de bueno a decente a malo a terrible."


Al final, y dada la magnitud de la crisis económica interna de Cannon, el estudio suspendió el rodaje luego de haber gastado millón y medio sólo en pre-producción. En 1989, el consorcio francés Pathé, en aquel momento propiedad del empresario italiano corrupto Giancarlo Parretti (más de él en breve), compró Cannon Films a precio de gallina flaca. Al ver cómo el estudio se hundía cuál Titanic en manos del equivalente cinematográfico de un mandatario latinoamericano, Menahem Golan saltó rápidamente del barco con los contratos que firmó a su nombre, incluyendo la licencia de Spider-Man y tódos los guiones ya escritos. Fué rápidamente contratado por 21st Century Film Corporation (sin relación a 21st Century Fox) cómo su nuevo presidente, donde su primer movimiento fue negociar una extensión del contrato con Marvel, quienes se lo concedieron, con la nueva fecha limite siendo enero de 1992.


La película reinició su pre-producción en marzo de 1989, con una fecha tentativa de inicio del rodaje para ése mismo septiembre, y el primer movimiento creativo fué desechar los guiones baratos para así retomar la última versión de alto presupuesto aprobada. En un movimiento típico de la época, Golan vendió los derechos de exhibición televisiva a Viacom (hoy Paramount Global) y los de distribución en el mercado casero a Columbia Pictures (ésta última estando interesada también en los derechos de distribución cinematográfica ante las ansias de establecer una franquicia propia luego de fracasar con las secuelas de Los Cazafantasmas y El Karate Kid), ésto cómo una manera de ganar financiamiento e interés económico en la producción. Para éste punto, Stephen Herek (La magnífica aventura de Bill y Ted) ya estaba negociando para dirigir. De acuerdo con Stan Lee, para 1990 Columbia ya colaboraba más directamente con 21st Century, lo que para The Man ya era sinónimo de que se harían con los derechos del filme.


Aún así, y por motivos sin detallar, la producción se siguió retrasando. En algún punto de inicios de los 90s, Carolco Pictures (productores de filmes cómo la primera trilogía de Rambo, Soldado Universal y Terminator 2) se unió al proyecto, poniendo por delante a su entonces director estrella; James Cameron, quién recién salido de dirigir Mentiras verdaderas escogió meterse de lleno en la producción de Spider-Man cómo director dado su fanatismo por el personaje y por el universo Marvel en general. En un inicio, tenía planeado dirigir la película con una nueva versión del guión (retocado por Golan) con el Doctor Octopus, fichando en el papel de Octavius a nadie menos que Arnold Schwarzenegger (quién entonces era uno de sus actores predilectos al momento de dirigir). Sin embargo, eventualmente decidió escribir un guión completamente nuevo en el que los antagonistas ahora serían Electro y Sandman.


En la nueva historia; nos encontraríamos con Carlton Strand, una parodia de los capitalistas megalómanos corruptos estadounidenses fuertemente inspirado por Donald Trump (así que muy parodia no era), el cuál sería el nuevo Electro (reemplazando a Max Dillon) y un tal Boyd sería Sandman (en lugar de Flint Marco), y ambos obtendrían sus poderes por un experimento financiado por Strand (basado en el Experimento Filadelfia) donde ocurriría un accidente nuclear que les daría poderes, y de donde saldrían además varios experimentos con otras criaturas que se vieron igualmente afectadas por la misma, incluyendo varias arañas, una de éstas picando eventualmente al joven Peter Parker. Éste nuevo guión incluía varios elementos de cada uno de los escritos anteriores, y es de aquí que surgirían los lanza-telarañas orgánicos (inspirados en el primer guión del monstruo araña) que eventualmente terminarían en la primera película de Sam Raimi. En cuánto al tono, Cameron quiso empujar al límite la clasificación PG-13, al incluir escenas bastante violentas, lenguaje malsonante y hasta una escena en la que Mary Jane Watson mantenía un encuentro sexual con Spidey (quién para ése punto todavía no le revelaba su identidad) en el Puente de Brooklyn (tódo éso parece común frente a lo que nos ofrecen DC y Marvel actualmente, pero en su momento hubiese sido innovador). El clímax tomaría lugar con una batalla final entre Spider-Man y Electro en la címa de las Torres Gemelas (lo que años más tarde seguro inspiró el nivel final del videojuego Spider-Man 2: Enter Electro del primer PlayStation).

 

Arte conceptual realizado por el mismo James Cameron (1990s)


El nuevo guión fué muy bién recibido por Marvel y Carolco, con ésta última logrando extender la licencia de Spider-Man hasta mayo de 1996. Para el reparto; Cameron ya tenía fijado a un joven Leonardo DiCaprio cómo Peter Parker (más adelante DiCaprio estelarizó Titanic del mismo director), a Maggie Smith (la Profesora McGonagall de la saga Harry Potter) cómo la Tía May, Robyn Lively cómo Mary Jane Watson, R. Lee Ermey cómo J. Jonah Jameson, Michael Biehn cómo Sandman y Lance Henriksen cómo Electro. Lamentablemente, Carolco se vió obligada a suspender la filmación en abril de 1992 debido a una serie de problemas económicos y legales. Y aquí es donde la cosa se pone interesante...


La batalla de legal y el intercambio por el 007


Entonces, ¿que pasó tódo ése tiempo que no se hizo la película? Pués, en términos simples, hubo puro pleito legal. Tódo empezó cuándo Carolco firma con Cameron para dirigir la película. El problema surge cuándo se arma el contrato, el cuál ni siquiera se armó en primer lugar, si no que Carolco uso cómo base del documento la plantilla contractual que ya habían usado con Cameron para Terminator 2. Seguro se preguntarán "¿Cuál es el problema?" Pués que a nivel de publicidad, se usarían los mismos créditos utilizados para ésa película, lo que dió cómo resultado que en la publicidad ejecutiva del filme, el nombre de Menahem Golan (el hombre que ya llevaba casi diez años tratando de producir el filme y que seguía activo en la producción) fuera completamente omitido. Y cómo no podía ser de otra forma, Golan no estaba contento con tremendo dedo medio a su esfuerzo. Ni lento ni perezoso, Golan demandó (vía 21st Century) a Carolco por malas prácticas profesionales.


Y justo en ése momento, Carolco demandó a Viacom y Columbia para recuperar los derechos que en su momento Cannon les vendió por distribución televisiva y casera respectivamente, y éstas le devolvieron el favor al estudio ejecutando contra-demandas, ya que no estaban dispuestas a ceder ésos derechos (con Columbia todavía buscando hacerse con los derechos cinematográficos de la franquicia). Para empeorar las cosas, la entonces 20th Century Fox alegó que Cameron no podía hacer la película debido a que él había firmado un contrato de exclusividad con éllos, por lo que se llevaron irremediablemente al cineasta, quién entonces decidió dirigir Titanic, inhabilitando indirectamente a Leonardo DiCaprio de interpretar a Spidey. Tódo ésto, sumado a una serie de decisiones económicas desafortunadas hicieron que 21st Century Film Corporation y Carolco Pictures se fueran a la bancarrota en 1996, con Marvel uniéndose ése mismo año al club por otros motivos.


Mientras tanto, MGM salía de una severa crisis económica de varios años, crisis que les costó su librería de series, películas y propiedades intelectuales (pre-mayo de 1986) frente a la hoy fantasma Turner Entertainment (cuya respectiva librería, incluyendo el mencionado material de MGM, es propiedad actual de Warner Bros. Discovery), y por un tiempo fué propiedad del mencionado Giancarlo Parretti, quién manejo el estudio de la misma manera que el presidente de tu país está manejando la nación en éste momento, llenándose los bolsillos saqueando las arcas públicas y huyendo cuándo pudo. Recuperada de los mencionados traumas, el lánguido y otrora gran estudio de Hollywood decidió invertir en estudios más pequeños, por lo cuál compró una parte importante de Carolco, y éstos mediante un mecanismo legal llamado "quitclaim", hicieron que MGM comprara la librería de series y películas de 21st Century, haciéndose así con los derechos de tódos los guiones escritos hasta ése momento de Spider-Man.


Daredevil ayudando a Spider-Man con OTRA telaraña legal. Arte por John Romita (Sr.).


Uno pensaría que ya con ésto la película iría por buén camino, pero ya ustedes saben que no. Si bién, los derechos cinematográficos de 21st Century para producir la película ya habrían expirado, MGM demandó a Marvel, Viacom y lo que quedó de 21st Century alegando que el contrato original con Cannon era fraudulento y que en realidad les correspondían los derechos cinematográficos de Spider-Man a perpetuidad. Para éste punto, MGM sólo disponía de un par de franquicias, y las de La Pantera Rosa y Rocky estaban descansando dada la sobreexplotación que sufrieron en el cine durante los 80s, fatigando a la audiencia con las pericias del Inspector Clouseau y del "Semental Italiano" Balboa, lo que sólo les dejaba cómo única opción viable la franquicia de James Bond (que afortunadamente seguía generando ingresos), por lo que pelear por Spider-Man (en ése momento una franquicia muy grande que todavía no era explotada en el cine) era una movida lógica.


Marvel por otro lado se recuperó temporalmente en 1998 al fusionarse con Toy Biz, compañía de juguetes propiedad del antiguo ejecutivo de alto mando de la "Casa de las Ideas" Avi Arad, quién ya había vendido durante su paso por Marvel los derechos cinematográficos de los X-Men a 20th Century Fox y había fundado la división cinematográfica de la compañía; Marvel Films (actual Marvel Studios). Arad se vuelve presidente de la compañía fusionada, que se alzó con el nombre de la actual Marvel Entertainment, y una de sus primeras movidas fué precisamente seguir vendiendo los derechos cinematográficos de los personajes de Marvel mediante los mismos términos legales que usó al hacer el trato de Fox con los X-Men. Alegando que el antiguo trato de Cannon y Golan expiró en 1996, Marvel le vende a Sony Pictures (dueña de Columbia) la licencia para hacer no sólo películas, si no también series de TV de Spider-Man (en la actualidad sólo pueden hacer producciones cinematográficas).


Columbia llevaba varios años tratando de establecer una franquicia estable tras los mencionados fiascos económicos que fueron las secuelas de sus películas ochenteras populares y por el simple hecho de que su versión de Godzilla sencillamente no funcionó, por lo que establecer una franquicia sólida con un rostro icónico cómo el de Spider-Man era lo ideal. Encíma, Sony, al ser una compañía japonesa, quería explotar la popularidad de Spidey en la Tierra del Sol Naciente, y su posesión de Columbia le daba el bucle legal de vender las películas de Spider-Man en Japón cómo si fueran producciones nacionales, lo que aseguraba una buena publicidad y ganancias totales de la taquilla japonesa que generara el filme. Éstos intereses mutuos hicieron que MGM y Sony se enfrentaran en las cortes para definir quién ganaría los derechos cinematográficos del Hombre Araña, ya que ninguna quería soltar su respectivo reclamo. Y de la nada, de una manera que sólo un crossover sumamente extraño permitiría, sería otro personaje de la cultura popular el que se encargaría de mediar entre los dos estudios, y no, no fueron Matt Murdock ni Jennifer Walters.


Ésta no la vieron venir, ¿verdad?


Resulta y acontece que para ésa misma fecha, John Calley, productor de cine que ya había ayudado a crear clásicos cómo El Exorcista y Superman de 1978, había saltado de barco precisamente de MGM/UA a Columbia, y ya estaba familiarizado con otro pleito legal protagonizado por Kevin McClory, colega productor que se encargó de producir Thunderball, la cuarta película de James Bond y una de las más influyentes de la franquicia del 007. Para hacer ése cuento corto: McClory creó la historia y varios de los elementos vistos en ésa película y que luego reaparecerían en futuras entregas literarias y cinematográficas del agente inglés... sin supervisión del mismo McClory. La gota que derramó el vaso para él sería que Ian Fleming (creador del personaje y los libros en los que se basan las películas) publicaría una novelización de la película sin acreditar a McClory, quién en respuesta demandó al autor y a Eon Productions (dueños de la IP).


Eventualmente el productor ganó y se logró hacer con los derechos de la historia y tódos los elementos originales de ésa película. Desde ahí hasta su muerte, McClory trató de hacer nuevas adaptaciones de la historia, pero al no tener el avál de Eon Productions, sus esfuerzos siempre se vieron obstaculizados legalmente y lo más que hizo fué licenciarle durante intervalos de tiempo determinados los derechos de lo que le pertenecía a United Artists (que a inicios de los 80s se fusionaría con MGM). Es aquí cuándo Calley decide echarle una mano a su colega, haciendo que Sony obtuviera la licencia cinematográfica del material propiedad de McClory para así producir la película secuela que él deseaba realizar desde hacía décadas. Y para saltarse el permiso de Eon Productions, usarían cómo base la versión del filme Casino Royale de 1968, película auto-paródica oficial que se realizó independientemente de Eon y producida por Columbia.


Ésta movida no fué del gusto de MGM, ya que James Bond era en ése momento la única franquicia fija del estudio que todavía mantenía buenos números de taquilla, lo que les garantizaba una fuente de ingresos recurrente cada dos o tres años. Por lo tanto, un segundo Bond podría representar a la larga que su única franquicia redituable se viese afectada a nivel de mercado. Ahora los dos estudios enfrentaba versiones rivales de dos franquicias importantes, y a ninguna le convenía tener ése tipo de proyectos paralelos. Fué entonces que en 1999, ante tal escenario de "perder-perder", ambos estudios decidieron llegar a un acuerdo que pasó desapercibido, pero que hoy le ha traído a ambas partes innumerables beneficios.


Por un lado; MGM decidió aceptar que la licencia de Marvel para con Cannon/Golan había vencido, por lo que decidieron repararle los gastos invertidos en el pleito legal a la Casa de las Ideas, mientras que Sony decidiría dejar de lado los planes de un James Bond alterno. Finalmente, hubo un intercambio: MGM le cedió a Sony los derechos de tódos los guiones escritos desde 1985 hasta ése punto de Spider-Man y a cambio, Sony le entregó a MGM los derechos totales del filme Casino Royale más una sub-licencia de la licencia previamente otorgada por McClory. De ésa manera, ambos estudios lograron salir airosos. Cabe mencionar que la sub-licencia que otorgó Sony era temporal, por lo que eventualmente ésos derechos regresaron a éllos, y más tarde, volvieron consiguientemente a McClory, quién siguió tratando de hacer su Bond alterno hasta su muerte en 2006. En 2013, su familia decidió vender tódo su material de James Bond a Eon y MGM, finalizando así una disputa de medio siglo y haciendo que ambas compañías sean dueñas de tódo lo relacionado al 007 (salvo los elementos que ya eclipsaron al dominio público, cómo el agente mismo).


Y finalmente, después de 15 años de conflictos económicos y legales, la producción de la primera Spider-Man arrancó. Sin embargo, lejos de ser la misma película que se tenía planificada en un inicio, la película se hizo desde cero, y aunque los primeros dos filmes de Sam Raimi tomaron varias ideas de los guiones de Cannon y Cameron, en general contaron su propia historia. Y pués, luego de que la elección de Raimi para ocupar la silla del director fué anunciada, se podría decir que el resto es "historia arácnida".


Nuestro amistoso vecino...


Y bueno gente, éso es tódo por ahora. Espero que disfrutaran ésta "historia detrás de la historia". ¿Que les pareció? ¿Creen que ésta crónica merece su propio documental cómo Superman Lives y Los Cuatro Fantásticos del 94? Sean libres de comentar y opinar (de forma civilizada por favor). Estén atentos, que dentro de poco vendrá una segunda parte, donde veremos sobre lo que pudo ser de proyectos cómo Spider-Man 4, The Amazing Spider-Man 3 y hasta de cuándo Tsuburaya Productions (Ultraman) trató de hacer su propia versión del trepa-muros. ¿Creen que estoy mintiendo? ¡Pendientes pués!



©2022 Adrian Sandoval